Una de las cosas de mi trayectoria como traductora de las que
más orgullosa estoy es que puedo afirmar tranquilamente que me he equivocado
muchísimas veces. Sí, sí, como lo lees. Siento orgullo de haber trabajado en
lugares en los que nunca debería haber estado trabajando, pero a cambio, he
obtenido una experiencia vital impagable.
Cada lugar en el que trabajamos comporta un aprendizaje. Ya
sea en un lugar donde nos sentimos cómodos y en el que nos gustaría quedarnos
durante mucho tiempo, o aquel lugar donde no nos gustaría estar nunca más en la
vida. Las dos opciones nos van a ayudar a poder definir y visualizar los senderos
que queremos recorrer.
Haber trabajado en lugares a los que no quiero volver jamás,
me ha enseñado aquello que preciso para dar mis siguientes pasos, y es posible
que te también te pueda ayudar a ti. Vamos a ello:
1) Trabaja donde valoren tu trabajo y puedas mostrar tus ideas.
Si hay algo que te pueda desmotivar a un traductor profesional
como tú, es que sepas que tu trabajo no se valora, o que así lo pueda parecer. El
que pongas todo tu empeño en algo, por muy sencillo que sea, y que nadie o nada
te transmita que tu tesón tiene algún tipo de consecuencia es muy frustrante.
¿No crees?
Debes trabajar donde puedas tener iniciativa y exponer tu
potencial interno. Si no te dejan tener inventiva, no vas a poder demostrar lo
que realmente vales. Es más, ni tan solo vas a poder estar a gusto con tus expectativas.
Debes trabajar en un lugar donde seas escuchado para hacer saber que quieres
realizar cosas grandes y que tienes buenas ideas.
2) Trabaja en un lugar donde tengas que pensar.
Estarás de acuerdo conmigo que no hay mucho valor en hacer
un trabajo monótono y mecánico, ¿verdad? Por ejemplo, no creo que te sientas
muy realizado trabajando en una agencia de traducción realizando siempre traducciones
juradas de inglés a español de actas matrimoniales, ¿cierto?
Si no somos capaces de pensar no podremos progresar, y por
tanto, si no progresamos nos vamos a encontrar en una pesada rutina y estancados.
Estaremos relegando a un segundo plano nuestras aptitudes y también aquellas
cosas que nos hacen distintos y únicos, pasando a ser simples autómatas sin ambición
ni pasión.
3) Trabaja en un lugar en el que puedas seguir aprendiendo.
Seguro que has escuchado alguna vez “nunca se deja de aprender”. Aparte de ser una verdad universal, es
algo fundamental para poder desarrollarse profesionalmente como traductor
profesional. No te puedes permitir quedarte paralizado en un trabajo que ya no
te aporte absolutamente nada. Intenta aprender siempre de todo aquello que
realizas y busca nuevos métodos para desempeñar mejor tu trabajo.
Procura aprender de tus compañeros. Pregunta y trabaja con traductores,
revisores, gestores de proyectos, intérpretes, correctores, programadores, maquetadores,
editores, comerciales, etc. Aliméntate de todos ellos, ten curiosidad, ya que esto
te ayudará a disfrutar más de tu trabajo.
4) Trabaja en un lugar en el que haya personas inquietas y motivadas.
Procura estar rodeado por personas que al igual que tú,
tengan la mismas ganas e ilusión. Que te animen a potenciarlas y cuya actitud vital
te motive a ti también. Huye de aquellas personas que sean inactivas, que no se
atrevan a moverse del lugar donde no desean estar por mera comodidad. Son
personas que tal vez te quieran, pero irremediablemente, sesgarán tus alas sin
que te des cuenta con el fin de que te quedes a su lado.
Tener ambición, iniciativa e inquietudes es primordial para tu
desarrollo profesional como traductor y también para que puedas alcanzar la
metas que deseas. En los lugares donde trabajamos, naturalmente no estamos
solos. Tendremos un “hábitat” con jefes, compañeros y tal vez amigos que, tanto
si nos gusta como si no, van a influir en nuestras decisiones y en nuestro
comportamiento.
5) Trabaja en un lugar en el que puedas hacer cosas nuevas.
Actualmente, las innovaciones y los cambios son permanentes.
Vivimos por tanto, en un entorno cambiante y dinámico, y con él, las nuevas
exigencias del mercado.
Debes dejar a un lado el miedo a experimentar. No cierres las
puertas a probar nada que te interese. Hagas lo que hagas, lo realmente importante
es que te valoren, aprendas y pienses. Tienes la ocasión de realizar cosas que
te sean atractivas, de poder destacar en nuevos retos y poder obtener un perfil
diverso y valioso con el que vas a poder llegar finalmente al lugar deseas
alcanzar.
Debo advertirte que estos 5 puntos te pueden ayudar a
encontrar el lugar donde te gustaría realmente trabajar como traductor, pero no
te aseguran que en alguna ocasión puedas equivocarte.
Errar puede ofrecerte mucha más experiencia que acertar, y por
supuesto, tiene mucho más valor aquel que erró cien veces pero aprendió de ello,
que aquel que consiguió el éxito por azar.